La directora del Consejo Mexicano Vitivinícola considera que es necesario continuar Impulsando la comercialización digital, reforzar la venta interna y fomentar el enoturismo para consolidar a la industria.

Por RAMÓN RIVERA

Debido a la emergencia sanitaria, todos los sectores se han visto afectados y la industria vitivinícola ha sido una de las más golpeadas por covid-19, ya que, durante la cuarentena, los principales canales de comercialización (bares, restaurantes y hoteles), tuvieron que cerrar.

Esta situación se complicó aún más, porque se cancelaron los puentes vacacionales, las vacaciones de verano y las vendimias, y los viñedos se quedaron sin visitantes, provocando pérdidas en toda la cadena de valor del vino mexicano, una industria que genera empleos para 500 mil jornaleros, lo que la convierte en la segunda fuente de empleo en el sector agrícola después de la hortofrutícola.

No obstante, “siempre hay oportunidades en los momentos complicados y tuvimos que acelerar el tema de la digitalización: la verdad es que en la industria vinícola no había una inversión en los canales digitales de comercio ni trasladar la experiencia del vino mexicano al mundo digital; una herramienta que ha sido de gran ayuda para sacar adelante a la industria”, explica Paz Austin, directora del Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV).

Mayor digitalización En entrevista con Descorche MILENIO, la directora del CMV considera que la industria fue muy creativa en estos momentos de crisis: “ahora es posible encontrar una gran conversación sobre el vino mexicano desde catas, cursos en línea, y hasta la experiencia digital de las vendimias con gastronomía y música en redes sociales como Facebook, YouTube o algún streaming desde tu computadora, lo que marca una diferencia en la experiencia de vivir la cultura vitivinícola”.

Además, considera que el vino mexicano pasó de ser tendencia a consolidarse como uno de los productos más reconocidos tanto en territorio nacional como en el extranjero, pero no solo por la avalancha de galardones internacionales, “también se fomentó el consumo local entre los nacionales; es el mejor momento del vino mexicano”, señala.

Paz Austin dice que ha disfrutado ver cómo han resuelto el acompañamiento hacia la cosecha de la uva y la producción: “puedes ver videos de algunos productores haciendo la vendimia: el vino blanco es en la noche o en la madrugada de repente hacían lives a 1:00 de la mañana y todos súper contentos cortando la uva y llevándolas a bodega; haciendo todo ese proceso en vivo. O en el día, haciendo la vendimia de los tintos. Creo que ha sido muy bueno porque hemos acompaño a través del mundo digital, el tema de la vendimia”.

Pero además de las celebraciones, realizaron cursos de vino mexicano gratuito con la Universidad Claustro de Sor Juana y con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) , el cual, contó con 865 inscritos de distintos países, además de México, de Estados Unidos, Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Canadá, Costa Rica, Colombia, España, Francia y Perú.

De igual forma, los jueves a las 17:00 el Consejo Mexicano Vitivinícola ofrece catas, cursos y pláticas con especialista.

La directora del Consejo señala que se lograron alianzas con Amazon, Rappi y Barriocampo alcanzando públicos a los que no tenían acceso anteriormente; “apresuramos los procesos de comercialización digitales y buscamos que todos los productores tengan su propia tienda en línea. Uno ejemplo muy bonito es Pozo de Luna, una bodega que está en San Luis Potosí y la única oportunidad para probar estos vinos era básicamente yendo a su bodega. Logramos con un servidor grupal tengan su propia tienda en línea y ya pueden comprar sus vinos”.

También está en proceso un proyecto de exportación del vino mexicano a Canadá, “lo estamos trabajando de la mano del consulado mexicano en Quebec y tiene que ver mucho con la promoción y corsos en línea en inglés y francés. Es parte de la labor que estamos haciendo en el tema de internacionalizar el vino mexicano”.

Estimular el enoturismo

La falta de visitante a las rutas vitivinícolas y a las vendimias provocó pérdidas millonarias, ya que representan hasta el 80 por ciento de ingresos de la mayoría de las pequeñas y medianas empresas vitivinícolas del país.

Además de los recorridos en Baja California están las rutas enoturísticas, Dinos y Vinos en Coahuila; Arte, Queso y Vino en Querétaro, y la Ruta del Vino de Guanajuato, en donde se encentra el Museo del Vino, y hace unos días se inauguró la Ruta del Vino de Aguascalientes, que incluye visitas a las granjas y gastronomía local.

Con el inicio de la nueva normalidad, “el enoturismo es el sitio ideal para recorrer: las reuniones son en campo abierto y con el 30 por ciento de capacidad, por lo que todos los visitantes estarán muy seguros. Estamos desarrollando planes para fomentar este sector y que un mayor número de personas realicen estos recorridos en lo que resta del año”, puntualiza Paz Austin.

En datos

2.5

Millones de cajas de vinos se producen anualmente en el país.

1 500

Medallas han recibido los vinos nacionales.

14

Estados son productores de vinos: Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Querétaro, Puebla, San Luis Potosí, Sonora y Zacatecas 60 Socios integran el Consejo Mexicano Vitivinícola; la principal agrupación a nivel nacional de la industria.

Vía Milenio.com