La industria vitivinícola mexicana corre el riesgo de perder la mitad de su mercado de aprobarse nuevo impuesto de 4.5 por ciento

Guanajuato, Oaxaca y Ciudad de México presentaron a sus congresos locales respectivamente el Plan Económico 2020 en el que pretenden implementar un nuevo impuesto a las bebidas alcohólicas de 4.5 por ciento sobre el precio final, lo que afectaría principalmente a los consumidores. Al respecto el Consejo Mexicano Vitivinícola se manifestó su desacuerdo pues afectan a la industria del vino mexicano.

“Básicamente se están recortando los presupuestos de los estados, y están buscando maneras para compensar esas pérdidas y a la primera industria a la que siempre voltean a ver es a la de los vinos y alcoholes. Con esto están buscando imponer un impuesto de 4.5 % en los estados para que puedan, de alguna manera, recuperar algo de dinero para ese déficit”, dice Hans Backhoff, presidente del Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV).

Actualmente los consumidores pagan un 26 por ciento del IEPS sobre el impuesto total más el 16 por ciento de IVA, al que si se le suma el 4.5 que plantean los gobiernos estatales, por cada botella de vino se estarían pagando alrededor de 46.5 por ciento de impuestos.